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Los lagos mas lindos del mundo

  • Benjamin Ruiz
  • 1 dic 2017
  • 5 Min. de lectura

De vez en cuando, la tierra se asoma para reflejarse en las tranquilas superficies de sus lagos, esas pequeñas (o grandes) depresiones que el agua se apresura en ocupar. Hay miles y miles de lagos en el mundo, desde los grandes lagos americanos, con tamaño de auténticos mares interiores que forman una frontera natural entre Canadá y Estados Unidos, hasta la desplaya de infinitas lagunas finlandesas, más pequeñas pero también más plácidas.

Entre todos los lagos del mundo, en este blog te mostraremos algunos que coinciden con los más visitados, los más fotografiados y también los más deseados como destino de futuros viajes. En esta lista entran los más famosos, para planificar nuestra próxima escapada.

1) Salar de Uyuni: (Bolivia)

En el salar de Uyuni, en Bolivia, el mayor lago salado del planeta con 10.582 kilómetros cuadrados, no hay prácticamente nada más que ver, ni siquiera el horizonte, pero no existe nada comparable en el mundo. Sobre todo si se consigue hacer una visita cuando la superficie está cubierta por una capa de agua que convierte el salado suelo en un auténtico espejo. Tanto, que uno llega a pensar que está caminando por el cielo. La experiencia descoloca tanto la percepción sensorial que incluso resulta un alivio encontrar algo real ante nosotros que no resulta un espejismo. Por ejemplo, la isla Incahuasí o la isla del Pescado, ambas habitadas por gigantescos cactus fálicos.

El salar de Uyuni está 350 kilómetros al sur de La Paz, capital boliviana, y se pueden organizar circuitos para recorrerlo en todo terreno o, aún mejor, en bicicleta.

2) Distrito de los Lagos: (Inglaterra)

En este parque nacional incluye la montaña más alta de Inglaterra (Safell Pike, de 978 metros), el lago más profundo y, también, el más largo, Wastwater y Windermere, respectivamente. Ninguno de ellos destaca a escala mundial, pero la estadística tampoco hace justicia al destino al aire libre más famoso de Inglaterra.

La primera vez que se contempla este paisaje resulta inspirador, en parte porque muchos sienten que ya lo conocen a través de la mirada de otros: los poetas románticos se movían por aquí en el siglo XIX y que definieron el concepto de naturaleza sublime. Y más recientemente, Alfred Wainwright, quien a mediados del siglo XX escribió guías ilustradas de excursionismo que aún son populares, y que también vino a inspirarse aquí.

Los caminantes disfrutan por los caminos que recorren las colinas de pizarra, los escarpados picos, las cascadas y los brillantes lagos. Sin embargo, no es necesario sacar las botas de senderismo: los cruceros por los lagos y las visitas a los museos dedicados a William Wordsworth o Beatrix Potter son igualmente gratificantes; incluso pasear por las ciudades y pueblos de la zona permite disfrutar del paisaje sin empaparse con las continuas lluvias. También es una buena zona gastronómica, con restaurantes con estrella Michelin y cervezas de edición limitada.

Keswick, Kendal, Windermere y Ambleside son los centros principales de la zona y los trenes paran en Oxenholme.

3) Lago Baikal: (Rusia)

Siberia es una región enorme y profunda, pero en su vasta extensión no hay nada más profundo que el lago Baikal. Desde las azules olas de su superficie –que en invierno se convierten en crestas de hielo turquesa– hasta su casi insondable fondo hay 1.642 metros. En el planeta no existe otro lago más profundo. De gran importancia histórica, cultural y espiritual (los rusos lo llaman el Mar Sagrado), el Baikal, de 30 millones de años de antigüedad, tiene un aire sobrenatural –se dice que tienen propiedades mágicas– que ha agitado y mantenido a tribus nómadas, budistas, decembristas, artistas y aventureros durante siglos. La única especie de foca de agua dulce del mundo, el nerpa, también vive en el Baikal. Tanto si optamos por descubrirlo a nado o en barco, recorrer su extremo sur en tren, atravesarlo en un trineo tirado por perros u observarlo desde algún enclave de sus 2.000 kilómetros de orilla perimetral, en la llamada Perla de Siberia se desvela la naturaleza en pleno esplendor.

El lago Baikal se puede visitar desde Litsvianska, pasando por Irkutsk. Severobalikalsk (en la línea de tren BAM) es la mejor parada para hacer rutas de senderismo.

4) Jökulsárlón: (Islandia) Luminosa laguna de icebergs

Jökulsárlón es una de las muchas maravillas naturales de Islandia, pero es la primera que aparece en el listado de los 500 mejores lugares para viajar en nuestro planeta, elaborado recientemente por los expertos viajeros de Lonely Planet. ¿Por qué prefieren una laguna de 17 kilómetros cuadrados repleta de icebergs a todas las cascadas y volcanes del país? Sencillo. En un día de sol, con un humeante cuenco de sopa de langosta en las manos para protegerse del frío, no hay nada mejor que sentarse frente a este hipnótico lugar y, simplemente, contemplar. Se puede escuchar el crujido de los icebergs al desprenderse del glaciar Breiomerkurjökull, y ver cómo chocan entre sí al dirigirse hacia el mar. Aparece una foca. Luego otra. El silencio queda solo roto por sus chapoteos.

Si se alquila un coche en Reikiavik es imprescindible hacer una parada aquí, dentro de una ruta circular por la Ring Road, la carretera que bordea toda la isla.

5) Lago Bled: (Eslovenia)

El lago Bled es tan bonito que no se podría mejorar. Azules aguas cristalinas, una minúscula isla y, para rematar, una preciosa iglesia y un espectacular castillo en lo alto de un acantilado. ¿Y el telón de fondo…? Las cumbres de los Alpes Julianos.

A pesar de sus pequeñas dimensiones (unos dos kilómetros de largo por 1,4 de ancho), históricamente el lago ha tenido fama de atraer a multitudes; primero a los peregrinos medievales que iban a rezar a la iglesia ubicada en su pequeña isla, más tarde a las grandes fortunas europeas y a la realeza.

El Bled está rodeado por un bonito (y asequible) paseo de seis kilómetros que bordea su orilla. También se puede alquilar una pletna (góndola), bucear bajo su cristalina superficie, rodearlo en bicicleta o limitarse a hacer miles de fotos. En verano, unos manantiales termales calientan el agua hasta los 26ºC.

6) Laguna Azul: (Islandia)

En una tierra de aguas termales cargadas de minerales, la laguna Azul es la estrella. Este spa lechoso de torno verdiazul se halla en un espectacular campo de lava negra y se alimenta de las aguas de una futurista planta geotérmica, a una temperatura perfecta de 38ºC. Las nubes de vapor, la sensación del agua y la gente cubierta de arcilla blanca son como de otro planeta. ¿Es comercial? Sí. ¿Es caro? Mucho (40 euros la entrada más barata). ¿Merece la pena? Sin duda.

La laguna está 47 kilómetros al suroeste de Reikiavik y queda cerca del aeropuerto.


 
 
 
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